La puntualidad en el pago de los salarios es una obligación fundamental para las empresas, tal como lo establece el artículo 29 del Reglamento de los Trabajadores, que requiere que los salarios sean abonados a tiempo y que no excedan un mes. 

Sin embargo, muchas empresas, por diversos motivos, pueden retrasar o incluso detener los pagos, poniendo a los trabajadores en una situación muy difícil.

¿Qué opciones tienen los trabajadores en estos casos y qué consecuencias puede tener no ir a trabajar por falta de pago? En este post, abordamos estas cuestiones y ofrecemos orientación sobre cómo proceder.

Opción 1: Continuar trabajando y esperar el pago

La opción más recomendada y segura es continuar trabajando mientras se espera que la empresa reanude los pagos. 

Si la empresa atraviesa un momento difícil, otra posibilidad es llegar a un acuerdo temporal con el empleado sobre el pago de los salarios pendientes. 

Mantenerse en el puesto de trabajo evita complicaciones legales y proporciona una base sólida para cualquier futura reclamación.

Opción 2: Solicitar la terminación del contrato

El Reglamento de los trabajadores permite a los empleados solicitar la terminación del contrato si hay un retraso o falta de pago de los salarios pactados. 

Esta solicitud se trata como un despido improcedente, lo que significa que el trabajador tendría derecho a una indemnización. Este paso formaliza la situación y puede proporcionar una salida justa y legal.

Opción 3: Reclamación legal del salario

Si decides exigir el pago de tu salario, el primer paso es presentar una papeleta de mediación. Si no se alcanza un acuerdo, deberás presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social, detallando la cuantía y el concepto de la reclamación. 

Este proceso puede ser largo, ya que las resoluciones judiciales pueden tardar meses, pero durante este tiempo, es crucial seguir acudiendo al trabajo hasta que un juez dicte sentencia.

¿Qué pasa si decides no ir a trabajar?

Decidir no presentarse al trabajo sin recibir el salario adecuado es una opción muy arriesgada y generalmente no recomendada. 

Si un trabajador no se presenta a su puesto, puede ser acusado de abandono voluntario del empleo y, en consecuencia, enfrentarse a un despido voluntario. 

Además, el empleador podría proceder con un despido disciplinario, que no conlleva derecho a indemnización ni a prestaciones por desempleo.

Alternativas a no asistir al trabajo

Una opción arriesgada sería anunciar un acto de conciliación, aunque esto puede resultar en un despido disciplinario.

Otra alternativa es solicitar una excedencia voluntaria, permitiendo al trabajador buscar empleo en otra empresa sin renunciar completamente a su puesto actual. Sin embargo, esta opción no permite reclamar prestaciones por desempleo.

Derechos del trabajador tras el juicio

Si el trabajador gana el juicio, según el artículo 303 de la Ley reguladora de la jurisdicción social, tiene dos opciones: no reincorporarse a la empresa y solicitar el paro, o continuar en su puesto de trabajo. 

La elección debe ser comunicada por escrito o ante la oficina judicial dentro de los cinco días siguientes a la notificación. 

Si posteriormente la empresa gana un recurso, debe notificar al trabajador para que se reincorpore dentro de un plazo específico.

Si te enfrentas a un impago de salarios, es crucial conocer tus derechos y opciones legales. 

No ir a trabajar puede tener serias consecuencias, por lo que se recomienda seguir los procedimientos legales adecuados. 

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